jueves, 21 de enero de 2016

Manuel Machado (III): "Cante hondo".

Cante hondo es un libro de 1912 en el que Manuel Machado recoge poemas que desde su juventud había escrito sobre el cante flamenco. No olvidemos que el padre de Manuel y Antonio Machado, Antonio Machado Álvarez, fue uno de los primeros folcloristas españoles y un gran estudioso de la cultura andaluza y de sus cantes populares, vocación que heredaron sus dos hijos. 

En Cante hondo debemos distinguir dos tipos de composiciones. Por un lado están las soleares, seguidillas o sevillanas que Manuel Machado escribe imitando los cantares del pueblo andaluz. En el siguiente se ofrecen algunas soleares, seguidillas y coplas compuestas por Machado a imitación de las populares:


Por otro lado, están los poemas más largos que se inspiran más o menos en los ritmos de estos cantares pero que son reflexiones sobre el mundo flamenco. En "La copla", por ejemplo, explica cómo nacen las coplas y qué hay que hacer para que parezcan populares:

Hasta que el pueblo las canta,
las coplas, coplas no son,
y cuando las canta el pueblo,
ya nadie sabe el autor.

Tal es la gloria, Guillén,
de los que escriben cantares:
oír decir a la gente
que no los ha escrito nadie.

Procura tú que tus coplas
vayan al pueblo a parar,
aunque dejen de ser tuyas
para ser de los demás.

Que, al fundir el corazón
en el alma popular,
lo que se pierde de nombre
se gana de eternidad.

"Elogio de la soleá", en cambio, gira en torno a este otro subgénero flamenco, mucho más triste:

Canto de soleares,
hondo cantar del corazón,
hondo cantar.
Reina de los cantares.
Madre del canto popular.
Llora tu son,
copla sin par.
Y en mi vacío corazón
se oye sonar
el De profundis del bordón...
Llora, cantar.
 

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