viernes, 15 de enero de 2016

5. Contra el Romanticismo: el Parnasianismo.

El Parnasianismo es una corriente incluida dentro del Modernismo que tuvo su origen en Francia unas décadas antes, entre 1830 y 1850, justo cuando acaba el Romanticismo francés. El nombre procede de la antología El Parnaso Contemporáneo, publicada en 1866, en la que aparecían todos los escritores de esta corriente. 

El Parnasianismo fue una reacción contra el Romanticismo, especialmente contra dos excesos de este movimiento: por un lado, la tendencia a mostrar sentimientos y pasiones de forma exagerada, y por otro lado, la tendencia a expresar opiniones de tipo político y social. Los parnasianos se enfrentan a la subjetividad de los románticos y aspiran a escribir poemas en los que la intimidad y opiniones del autor queden fuera del poema, dando como resultado textos en los que lo importante no son los sentimientos  e ideas del poeta sino la belleza pura del lenguaje. Esta actitud, que se centra en conseguir la belleza extrema como fin en sí mismo y no para transmitir sentimientos ni vivencias, se conoce como "arte por el arte".

Como en el Parnasianismo queda prohibida la expresión de sentimientos y la narración de anécdotas, los poemas se limitan a ser descripciones de objetos, generalmente obras de arte o monumentos, para asegurar que la descripción alcance la belleza deseada. Para rebelarse contra la sociedad burguesa, a la que consideraban vulgar, insensible y solo preocupada por el dinero y lo práctico, los parnasianos se niegan a describir la realidad urbana y moderna y centran su atención en el lujo y refinamiento de civilizaciones antiguas como la Grecia clásica, la India, la España del Siglo de Oro y la Francia del siglo XVIII. El gusto parnasiano por el lujo y lo exótico influyó también en las artes plásticas, llegando a haber durante todo el siglo XIX un auténtico furor por todo el arte oriental, las antigüedades y la arqueología. 

Gustave Moreau es el pintor simbolista más importante de Francia, aunque su obra está muy influida por el Parnasianismo. Júpiter y Europa es un ejemplo del nuevo interés por la Grecia clásica y sus mitos, interpretados ahora con mucha más fantasía que en el Renacimiento.
En este otro cuadro de Moreau, El elefante sagrado, se observa la fascinación del Parnasianismo por el exotismo oriental, concretamente hindú.
En Júpiter y Semele, Moreau mezcla un tema de la mitología griega con la estética oriental. Aunque se trate de dos elementos muy diferentes, el Parnasianismo también hacía mezclas parecidas con el fin de obtener la belleza suprema en sus obras.
La moda oriental que inició el Parnasianismo llegó incluso a la publicidad. En este anuncio de champán Moët Chandon, Alphonse Mucha no ha pintado a una mujer frágil prerrafaelista, sino a una muchacha con un vestido inspirado en las vestimentas chinas. Detrás de su cabeza parece haber un mandala o dibujo hindú. 

En los poemas influidos por el Parnasianismo abundan criaturas mitológicas como faunos, sátiros, ninfas y centauros (es famoso el "Coloquio de los centauros" de Rubén Darío, o la pieza musical de Debussy "La siesta de un fauno", basada a su vez en un poema del poeta francés Stéphane Mallarmé). 

Del mismo modo, son numerosos los poemas en los que aparecen o se mencionan personajes o animales exóticos procedentes del mundo oriental: elefantes, tigres, panteras, geishas, odaliscas, marajás... Rubén Darío se hará célebre por saber describir no solamente este mundo lejano, sino también la atmósfera lujosa y refinada del palacio francés de Versalles en el siglo XVIII, con sus jardines, sus banquetes y fiestas y sus elegantes aristócratas. 

La descripción de objetos de arte también tiene un papel primordial: cuadros, lámparas, porcelana china, pagodas o templos, esculturas, palacios, piedras preciosas... Uno de los poetas españoles más influidos por el Parnasianismo, Antonio de Zayas, titula precisamente sus dos libros Retratos antiguos y Joyeles bizantinos.

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